miércoles, 6 de abril de 2011

Nicaragua: La victoria del FSLN hará posible profundizar los cambios, 2 de 4

Los resultados económicos han sido hasta ahora francamente favorables.
Aquí no ha habido un cambio estructural del país. Lo que ha habido es un gobierno que ha cambiado las prioridades del Estado, colocando en primer lugar el ayudar a salir de la extrema pobreza a un segmento de la población y el promover políticas que ayuden a elevar el nivel de vida de toda la población. Lo hemos hecho en un marco político desfavorable al Frente Sandinista. Porque ganamos las elecciones sin tener mayoría parlamentaria y sin tener mayoría ideológica en el seno de la sociedad. Lo que teníamos en enero de 2007 es un Frente Sandinista que ganó las elecciones con la voluntad de, a partir del ejercicio del poder, ampliarse hasta conseguir ser mayoría política e ideológica.

Pero tenemos muchas fortalezas con las que llegar a las elecciones de noviembre. Una de las fortalezas indudables del Frente Sandinista es un gobierno que tiene su película clara, que tiene un proyecto clarísimo y que está dando los pasos para ir a donde quiere ir. El Frente Sandinista tiene también una organización electoral muy eficiente y eso está demostrado. El ejército de fiscales del Frente Sandinista es experimentado. Ya han participado con eficacia en cuatro elecciones generales y en cuatro o cinco elecciones municipales.
Tiene también el Frente Sandinista un ambiente internacional que es favorable a la consolidación de su proyecto. Y no sólo por la existencia del ALBA, sino por la existencia en América Latina de gobiernos que tienen una posición más nacionalista que subordinada a la metrópoli norteamericana. Es también un factor favorable que a los gringos no les interesa tanto Nicaragua y Centroamérica porque están más preocupados por lo que pasa en otros lados del mundo.

Recordemos una máxima del siglo 19: "Estados Unidos no tiene amigos, tienen intereses". Yo creo que el mayor éxito del Frente Sandinista en estos cuatro años frente a la oposición no ha sido mantenerla dividida, que ya es bastante. Lo más importante es que ha descarnado a la oposición. La oposición ya no es interlocutora de la oligarquía en Nicaragua. Y tampoco es ya la interlocutora de los intereses norteamericanos en Nicaragua. Estados Unidos defiende sus intereses solo, a veces con la oposición y a veces con el gobierno. Esta oposición que tenemos ahora no representa ya los intereses de Estados Unidos. ¿Son amigos de Estados Unidos? Lo son, pero ya Estados Unidos no va a apostar por ellos porque ellos sean sus instrumentos. Estados Unidos ve que la oposición dividida no tiene posibilidad de ganar y si ve con mayores posibilidades al Frente Sandinista, no se va a echar de enemigo al Frente. Porque no les conviene. Animarán a la derecha a que saque diputados, pero nada más.

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